Artículo: Dr. Miguel Río del Amo
Queratocono | Causas y tratamientos.
La córnea, que es la pared transparente anterior del ojo, está formada por diversas capas, la más gruesa o estructural de esta, llamada estroma corneal, está conformada por fibras de colágeno ordenadas de forma muy precisa que permiten que esta estructura sea flexible y a la vez transparente, lo cual le confiere dos propiedades principales: de soporte o estructura del globo ocular y óptica, para permitir el paso de la luz y por lo tanto la visión.
Esta estructura antes descrita, para poder permitir una adecuada visión, debe ser geométricamente una semiesfera lo más simétrica posible. Efectos biomecánicos sobre las fibras de colágeno de la córnea como por ejemplo el frote frecuente de los ojos, puede inducir la deformación de la córnea, pasando de ser una esfera como un balón de futbol a un ovoide como el balón de Rugby. Esta deformación induce a una aberración óptica de bajo orden, conocida como: Astigmatismo.
Cuando la deformación de la córnea se hace más extrema y toma un aspecto irregular, una mezcla de formas ovoides y cónicas, induce al astigmatismo también irregular y a aberraciones de alto orden, que son muy difíciles de corregir ópticamente. Generando deterioro de la visión de difícil manejo médico, esto se conoce como: Queratocono. (Ver Img. – 1)
Img. – 1 Queratocono
El Queratocono es por tanto una enfermedad del colágeno corneal de tipo degenerativa, de causa no inflamatoria, que se asocia a astigmatismo irregular y adelgazamiento progresivo de la córnea, generalmente bilateral, aunque asimétrico.
Es más frecuente en personas con alergias oculares y en frotadores crónicos de los ojos. La aparición es más frecuente en la adolescencia o a principio de la década de los 20 años.
El tratamiento de esta enfermedad va a depender de su magnitud al momento del diagnóstico y de su progresión. Y va a transitar desde el tratamiento conservador médico hasta la cirugía de alta complejidad.
Para el mejor diagnóstico de esta enfermedad corneal, se realiza un examen diagnóstico indoloro y rápido que se denomina: Topografía Corneal de Elevación (Ver Img. – 2). Este examen, más los datos clínicos obtenidos de la consulta médica, nos permiten establecer una serie de criterios y hacer una división de la enfermedad en 4 grados.
Img. – 2 Topografía corneal.
Dentro de esta clasificación, el grado uno es el más leve y el grado 4 el más avanzado. En las primeras fases, especialmente el grado 1 y 2, el paciente aun consigue una adecuada visión y es posible al menos parcialmente corregir la visión con anteojos. En esta fase generalmente se utiliza para el tratamiento el lente de contacto de diversos tipos según cada caso, desde blandos, semirrígidos a esclerales. Esto va a depender de la presencia o no de progresión de la enfermedad. Si se detecta progresión con la ayuda de la topografía, entonces se recomienda realizar algún tratamiento que frene el avance de la enfermedad. Para esto se utiliza la reticulación del colágeno o cross linking en inglés, que es como más se conoce el procedimiento. Este consiste en aplicar en la córnea una luz ultravioleta asociada a un fármaco llamado Riboflavina, que juntos generan una disminución de la flexibilidad corneal, similar a como ocurre con el envejecimiento de las personas, lo cual finalmente consigue detener el progreso de la enfermedad.
En algunos casos del segundo estadio o en los pacientes con enfermedad en su tercera fase, no se consigue mejorar adecuadamente con lentes la visión del paciente, por lo que se hace necesario buscar soluciones que no solo frenen el problema, sino que además modifiquen la forma de la córnea haciéndola más simétrica o reduciendo las curvaturas que se han incrementado significativamente.
Img. – 3 Segmentos de anillos intracorneales.
Para esto se utiliza el implante de unos segmentos de acrílico, conocidos como segmentos de anillos intracorneales (Ver Img. – 3). Mediante una micro incisión en la superficie de la córnea y ayudados por instrumentos muy delicados se introducen dentro de la córnea estos elementos que dan forma o corrigen parcialmente el defecto; consiguiéndose con posterioridad, corregir con lentes ópticos convencionales o de contacto, el defecto visual residual.
Img. – 4 Injerto corneal al año de cirugía.
Por último, en algunos casos, especialmente los grado 4, si el defecto es muy avanzado o se asocia a cicatrices en la córnea, ninguno de los elementos mencionados permite corregir el problema. En estos casos se realiza entonces la Queratoplastia o trasplante de córnea. Esta cirugía tiene múltiples variantes, puede ser penetrante, que es todo el grosor de la córnea o puede ser lamelar o de capas. En esta última que es la técnica preferida actualmente, también hay algunas variantes: se puede realizar con láser o manualmente. Ambas con resultados visuales adecuados y buen pronóstico visual final. Cada técnica tiene sus ventajas y desventajas que podrá usted conversar con su médico. Cada caso en el tratamiento del Queratocono significa un desafío técnico y el manejo debe ser personalizado, definiendo la mejor conducta para cada individuo y por lo tanto conseguir los mejores resultados posibles.